21 de febrero de 2009

Perdonen la espantá


Quiero que perdonen esta demora de actualizaciones pero hay rachas en que no hay ni tiempo ni ganas de ponerse delante de una página en blanco.
Y no es que pase algo, al menos que sea grave. Quizás sea eso y no otra cosa la raíz de muchos de nuestros problemas. Nos pasamos media vida lamentando nuestra mala suerte, nos abandonamos y nos dejamos caer sobre el sofá sin ganas de nada ni de nadie. Nos volvemos exigentes con nuestra felicidad sin saber que que ésta depende en gran medida de nosotros mismos. Buscamos el agobio como una droga por las esquinas y somos injustos con aquel que lo pasa realmente mal, creyendo que lo nuestro es lo que importa.
Por todo ello, quiero pedir perdón a todo aquel que me lea de vez en cuando. No es justo que nada (literalmente) deje los corazones en barbecho. Todo lo que queramos sembrar debemos ararlo primero con la fuerza de nuestros brazos. Nadie vendrá a hacer lo que nos corresponde a nosotros mismos, ni siquiera los lacayos de la compasión.
La tarde es clara y la vida hermosa, de tí depende que la faena pase a los anales de la tauromaquia.
Los clarines han sonado y el primero de la tarde está sobre la arena...

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí está el primero de la tarde

Carfosco, Colorao, "bien armao" astifino, ojo de perdiz y muy Boyante, pero que como le quieras dar dos pases malos, no te deja el muslo ileso en el tercer lance.

Ya llevaba demasiado tiempo pasándome sin ver nada nuevo, eres esclavo de tu blog, y no debes de dejar de alimentarlo

Un abarzo

Anónimo dijo...

... y pronto Tejera va a comenzar a interpretar Giralda. Sólo hay que cargar la suerte un poco y bajar la muñeca templando...

Juanma dijo...

...y dejarse llevar por el silencio de los tendidos, expectantes, probar al natural sabiendo que el cielo mira...

Abrazos, me alegra verte de nuevo.

sevillana dijo...

Los que te seguimos, al menos a mi, no me importa esperar unos días por leer una de tus entradas.
Yo también estoy bastante liada y creo que solo podré hacer una entrada al mes, si no tengo que dejar el blog al final.
La última entrada se la debía a ella y así ha sido.
Ya veremos cuando y de qué será la próxima.
Muchos besitos

La gata Roma dijo...

Mira, me encanta ser este comentario, que no hay quinto malo dicen, y a veces hasta se cumple…
Algún día haré con un grupo de amigos un tratado sobre el estress bloguero y sus ramificaciones, pero la base es que escribir, de lo que sea, suele ser algo tan emocional, que no puede forzarse.
Kisses

PEPE LUIS TRUJILLO DEL REAL dijo...

Poca gente como nosotros sabemos lo que duele una espantá, a veces en eso nos parecemos más al Divino Calvo o a ese gran torero de la calle Feria al que muchos sólo conocen por aquella película junto a Nati Mistral que a ese genial torero de la calle Ancha de San Bernardo.
A veces el remedio es claro, las broncas se las lleva el viento y las cornás se las lleva uno y a veces no hay cosa peor que las cornadas del alma, pero cuando un torero vuelve, tras una espantá, los que sabemos lo que eso duele, sólo podemos estar con nuestro capotillo en la tronera del burladero de matadores, para que la soledad ante ese toro del folio en blanco, en caso de peligro siempre pueda estar el quite del compañero, así que ya sabes, aquí me tienes, torero.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Buenos días maestro, es la primera visita que hago a su casa y me ha agradado lo visto. Las espantas no son buenas pero todos los grandes toreros han pegado alguna.
Ánimo, suerte y al toro.
Nos seguiremos viendo, ¡miarma!

Anónimo dijo...

Al menos tú te das cuenta...A otros eso no nos pasará nunca. No sé que es peor, Torero.

radioblogueros dijo...

Nos encantó volver a leerte. Aquí estamos.

Saludos.

Moe de Triana dijo...

Las espantás hacen falta pa darse uno cuenta de como son las cosa miarma, además cuando se vuelve se vuelve fortalecido y con otro aire.

Un saludasso.