13 de mayo de 2009

Cosmética política

No voy a entrar en lo que piensa cada uno al respecto. No será hoy, aunque se podría, el debate de discusión la "píldora sí o píldora no". Si se me apura, no haré valoraciones personales sobre la conveniencia de ofrecer este anticonceptivo sin una receta previa a menores de edad. Tampoco hablaré de la falta de comunicación, del sexo sin valores, ese que TODOS alguna vez hemos tenido, de la objeción de conciencia farmacéutica, de la sociedad tan decadente en la que estamos viviendo, de la Conferencia Episcopal, de peperos, de beatos por tradición. No.
Hoy me apetece entrar un poco en la política de gestos que tan acostumbrados nos tienen nuestros dirigentes. Asistimos, pues, a la era de la "cosmética política". Como lo oyen. Esa política que vive de los gestos, de meterte los ideales por los ojos a golpe sacarlo en televisión y que, en realidad, sólo nos sirve para nadar sobre la superficie de las cuestiones. Nos ciegan para que, repitiéndolo, nos acabemos convenciendo de su importancia.
Ocurre con el Ministerio de Igualdad encarnado en Doña Bibiana Aído. Es este un ministerio cosmético: igual nos presenta un video contra la violencia de género (no digo que no sea importante concienciar, pero no hace falta que nos lo cante Huecco para luchar desde el sentido común contra esta lacra) que nos demuestra, previo informe detallado, que la subida de la batata argentina repercute sobre la sociedad machista que no deja que la mujer alcance la plena igualdad. Demasié.
La última, ha sido la aparición estelar de la ministra -que en el fondo es una mandada y sería injusto que recayera sobre ella todas las críticas- en las fotos que rubricaban la aprobación de dar la píldora en las farmacias. Que yo sepa, este asunto compete exclusivamente a Sanidad. Si se me apura, no hubiera estado mal que alguien de Justicia hubiera acompañado a Trinidad Jiménez (al fin y al cabo, se trata de modificar la normativa), pero lo incoherente, absurdo e incluso burlesco de toda la película es ver cómo nos hacen creer, tanto uno como otros -porque aqui no se salva ni Catano el de las Navas- la importancia que tiene algo que en la práctica carece en absoluto.
De mientras, las mujeres, siguen sin gozar de igualdad de oportunidades...y nosotros, nos seguimos haciendo fotos. Vendiendo cosmética al mejor postor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Votos, aquí la igualdad se resume en eso.

Anónimo dijo...

Felicidades

Juanma dijo...

Como los ciudadanos normales y callejeros no nos pongamos en ello, las situaciones de desigualdad no concluirán jamás. Si tenemos que depender de nuestros políticos (de cualquier signo), mal asunto...

Un fuerte abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

La primera igualdad que habría que buscar es la de las oportunidades ya sea para mujer u hombre y esa máxima no se cumple en la Ministra Aido.
¿Que méritos tiene para ocupar el puesto y la dignidad que ocupa?
¡Pos entonce, pa que vamo a seguí hablando!
Saludos