Antes de nada, quisiera pedir perdón.
Perdón a aquellos que me leéis y a aquellos que se aburrieron esperando en el tendido el natural que nunca llegaba. Perdón a quien apostó por mí porque quizás puso demasiada confianza en quien no debía (no hay mayor decepción que apuntar alto y caer de bruces en albero alisado, con olor a pueblo y a miseria). Perdón, porque es palabra bella, viva, clara, sincera; que nace del corazón para fundirse, entre la boca y el aire, con jirones de aurora en su camino a tus oídos.
Por eso, en este tardío comienzo de curso, quiero pediros perdón por los días que dejé en blanco el libro de mis historias; por haberos hecho perder la curiosidad cada vez pinchábais al enlace de mi blog...perdón por muchas cosas.
Perdón y gracias por reencontrarme. ¡Qué bueno veros de nuevo!
5 comentarios:
Bienvenido de nuevo, Paula.
Las disculpas no son necesarias. Aunque "Perdón", efectivamente, es palabra bella.
Me alegra leerte.
Un abrazo.
Quillooooo !!!
Ya te vale....
Por fin encontraste la escalera?
Que no decaiga el arte,solo con el nombre
del blog ya hay arte,me apunto con los artista del capote y muleta,sevilla en eso
manda por los siglos de los siglos.
Sea v.m. bienvenido a estos cosos de internet.
Aquí estaremos siempre al quite, para lo que pueda necesitar.
Y como siga dando "espantás" va a tener que cambiar de torero, que Belmonte no fue precisamente de esos.
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